Los funcionarios de la ciudad de Chicago y los líderes de Bally's Corp., intentaron aliviar las preocupaciones de la comunidad.
Un casino temporal de Bally's ocupará el templo de Medinah en el 600 de la avenida N. Wabash de Chicago, antes de trasladarse a una ubicación permanente frente al río en la avenida Chicago y la calle Halsted. Sin embargo, antes de que se publique, los líderes de Bally's Corp. Y los funcionarios de la ciudad de Chicago celebraron una reunión comunitaria en el hotel Voco de River North para abordar las preocupaciones de los residentes.
Las preocupaciones incluían el aumento del tráfico en el vecindario y las oportunidades laborales para las minorías. El vicepresidente de Desarrollo Corporativo de Bally, Christopher Jewett, habló sobre las ferias de empleo y otras iniciativas comunitarias.
Tim Doron, de Fish Transportation, es consultor sénior de tráfico del proyecto y presentó sus conclusiones en un informe encargado por Ballys sobre los espacios de estacionamiento que rodean el sitio.
Doran dijo: "Baste decir que hay suficiente estacionamiento en la zona". Su informe reveló que los más de 5000 espacios en los garajes cercanos serían "adecuados" para cubrir los picos de demanda estimados de unos 500 espacios durante el horario de apertura de los casinos.
Doron también presentó diagramas que mostraban cómo funcionarían el servicio de aparcacoches, las zonas de carga y descarga y los sistemas de transporte compartido en las calles que rodean el casino.
El informe de Doron no convenció a algunos residentes, ya que los miembros de la multitud sacudieron la cabeza durante la presentación. A la reverenda Lisa Hackney-James, de la catedral de San Jaime, que está a una cuadra del templo, le preocupaba que los feligreses pudieran encontrar estacionamiento para asistir a los servicios dominicales.
Hackney-James dijo: "Tengo familias con niños que conducen y arrastran a sus hijos a la iglesia, y me pregunto qué seguridad tendrán de que no van a presentarse ante una situación de estacionamiento saturado".
La seguridad pública también era motivo de preocupación y durante la reunión se revelaron detalles como la seguridad privada y el aumento de las cámaras de vigilancia.
El superintendente adjunto primero de la policía de Chicago, Eric Carter, agregó: "Hemos hecho todo lo posible para trabajar en colaboración con Bally's a fin de garantizar la seguridad pública en el lugar y sus alrededores".